lunes, 15 de febrero de 2010

testimonio de un papá que recibió a su bebé en institución

Hola Melina: Hace un tiempo que tenía ganas de mandarte un mail pero aunque solamente es pensar y sentarse, lleva un tiempo, y entre otras cosas es lo que me falta.

El "Master" que hicimos con vos y el grupo, resultó realmente interesante.
Es volver un poco al mundo en el que nacimos nosotros y seguramente nuestros padres.

Mientras me tomo un trago de Oxitocina con hielo y limón, recuerdo esos partos que nos mostrabas en video como le muestran en las concentraciones a los jugadores las jugadas del equipo rival. Por algunos días mi rival fué el obstetra, desde que le planteamos "No a la Oxitocina", "No a la Pedidural", No Pasarán...!!!!
Cada nueva consulta estábamos en estado de rebeldía. Pero sirvío. Y mucho.
Estar informado fué el inicio para saber lo que queríamos y lo que no queríamos.
Éste es el primer punto valioso de tu enseñanza, el ponernos en conocimiento.

El jueves 10 a eso de las 8 de la noche, mientras se me rompía en la calle la camioneta Paola rompía bolsa y me avisaba. Después, apenas llegué, el primer llamado fué a vos. Es extraño: es la primera vez que ante una consulta médica llamamos a un Bronfman, pero no al respetado y querido Zalman.

Después de tu consejo esperamos un poco y luego fuimos al CEMIC.
Llegó con 1 de dilatación, y la Dra. que nos atendió del equipo de nuestro obstetra,
le pregunta a Paola después de revisarla:
Dra.: Querés tener un parto?
Sí.- fué la respuesta.

Ahí sentí que habíamos ganado la mitad de la batalla. y sentí tranquilidad y recordé que fuí el peor alumno del grupo, pero que lo iba a disimular lo mejor posible.

Dra.: ...bien... Y cómo se va a llamar?
Estamos viendo entre Tomás e Ignacio..., dijimos.
Dra.: Tomás!!!!! Me encanta...

Listo. Nuestro hermoso crío tenía nombre.

De ahí a la habitación y a la hora y media a la sala de partos. Era la 1 de la mañana.
Las clases, los masajes, las caricias, me sentía un experto, seguramente no lo era,
pero el momento me llevaba y actuaba. Paola transpiraba, gritaba, gemía y me pedía
que le sostuviera las rodillas ya que se le juntaban le temblaban y era lo que más le molestaba.
No había, todavía oxitocina. Ni tampoco nervios. Mi sed llamaba a la Gatorade que había dejado en la habitación.

Con 8 de dilatación Paola pide a los gritos la pedidural y yo, también a los gritos, una pizza...
Todos trabajando, concentrados y relajados.
Con Paola nos preguntábamos Cómo será la cara?
Hasta las 5 y cuarto que llega el obstetra cambiado y bañado.

A las 6 AM del viernes 11 de Diciembre, por parto natural aunque con leve pedidural,
nace Tomás.
Llorando nos mira y su cara expresa sorpresa:
Uhhhh... Ustedes eran? probablemente haya pensado.

Apenas lo ví y después de contarle los dedos, como en aquel comercial,
hicimos un trato:
Nosotros le cambiamos los pañales y el nos cambia la vida.

un beso,
Fabián Elorza
Felicidades para vos y el grupo.

2 comentarios:

  1. Buen trato Fabián! Sos muy buen negociante, saliste ganando!!! Un beso. Carla.

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  2. el trato más maravilloso!

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